Emilia Arija es una intérprete con una capacidad expresiva poco común. Su carrera se inició a principios de los años 80 junto con sus cinco hermanos como "Brotes de Olivo" (Palencia), grabando el que fue su primer disco: Dar la cara. Después, como "Alberto y Emilia" editó cuatro discos más, llenando muchos ambientes cristianos de una particular sensibilidad para hablar de la fe con un lenguaje actual y diferente. Es el caso de Devolvedles la paz, Canciones de la esperanza y la desesperanza, Cosas de Locos y Asignaturas pendientes. Su voz, cálida y llena de matices, se pone al servicio de una maravillosa interpretación que hace creíble todo lo que canta. Este es segundo álbum en solitario.
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